lunes, 13 de mayo de 2013

Cuando lo vi, me pareció un gesto precioso de un jugador. Hacer eso, saludar uno por uno a los jugadores del equipo rival cuando acabas de perder la Final Four de la Euroliga, tiene mucho mérito. No sólo es un gran jugador sino que es el gesto de una gran persona. Y eso es lo más importante. Algo para aprender.


No hay comentarios:

Publicar un comentario