lunes, 12 de octubre de 2015

Una cosa muy interesante y difícil de entrenar con el cuchillo son los ataques en diferentes ángulos. Richard Douieb tuvo una de esas situaciones "raras" en esta exhibición y me gustó que modificó con elegancia sobre la marcha y controló la situación (minuto 02:37). Y ojo, era un cuchillo real.


Pero las situaciones pueden ser peores, sobre todo con ataques que entran por un lado, salen por otro y que el cuchillo se vuelve una "culebra". Eso se lo he visto practicar sobre todo a los de la IKMA de Haim Guidon. Ver por ejemplo este vídeo al principio:


Pero a mi los que me han gustado trabajando esa situación cercana y de caos total con el cuchillo han sido los que practican Baraw Sugbo. Un ejemplo está aquí:


Y me gusta porque:
1) Porque ambas manos trabajan; una trata de coger y otra bloquea. 
2) Hay margen para golpes por el camino (genitales, cabeza, codos, patadas de puntapié)
3) El objetivo es que ese cuchillo deje de "volar" lo antes posible
4) Porque lo que se entrena sobre todo son las puñaladas no los cortes. Las puñaladas son lo que mata y lo que nos van a hacer en situaciones límite.
5) Aún así hay que andar fino con los cortes.
6) Porque no es el "tapping" normal que tenía visto de los filipinos donde el cuchillo pasaba literalmente por delante de todo mi cuerpo de manera indefinida y yo nunca voy a tratar de controlar ese brazo. Algo así:


Esto seguro que funciona, no lo discuto, pero no es mi filosofía. Reconozco que da sensibilidad a los antebrazos, reflejos y demás. Pero no para la situación de ataque real. Mi mayor de los respetos para el que lo haga y le funcione. Todo un maestro, sí señor.

Lo dicho, con mente abierta podemos aprender muchas cosas nuevas. Espero que os haya gustado.



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